Durante 90 minutos tus músculos son contraídos y estirados a un nivel celular y bioquímico. Los lípidos y las proteínas se reorganizan de manera óptima durante el estiramiento, lo que permite una mejor circulación. La movilidad articular y el rango de movimiento aumentan y la fuerza se construye mediante el uso de la gravedad. Los músculos y las articulaciones consiguen equilibrarse.
La sangre oxigenada y el calcio llegan a los huesos.
Trabajar contra la gravedad fortalece los huesos.
Se estimulan los órganos del sistema inmunitario dentro de la médula ósea roja.
Los ganglios linfáticos son masajeados, se bombea la linfa y los glóbulos blancos se distribuyen por todo el cuerpo a medida que el sistema linfático funciona de manera más eficiente.
Hay compresión y extensión del timo, bazo, apéndice e intestinos. Los pulmones se estiran y se enjuagan al aumentar la circulación sanguínea. Las glándulas endocrinas son fomentadas a secretar hormonas apropiadas, y se perfecciona la comunicación entre las hormonas y diversas glándulas y sistemas del cuerpo.
Las toxinas y los desechos se eliminan a través de los órganos de excreción.
Los nervios se estimulan a través de la compresión y extensión, mejorando la comunicación dentro de todos los sistemas y suministrando sangre fresca, oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. El cerebro es estimulado porque la circulación ha mejorado y por el cambio de la presión sanguínea.